Un sello en el exterior del edificio del Departamento del Tesoro de EE.UU. en Washington.
AP  — 

Estados Unidos impuso el lunes sanciones a los dos hijos fugitivos del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y anunció una recompensa de hasta US$ 10 millones cada uno por información que conduzca a su arresto o condena.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones contra Archivaldo Iván Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, quienes se cree que se encuentran actualmente en México.

Los otros hijos de Guzmán, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López, se encuentran actualmente encarcelados en Estados Unidos. En mayo, la fiscalía federal anunció que no solicitaría la pena de muerte para Joaquín Guzmán López si es declarado culpable de múltiples cargos en Chicago.

También se impusieron sanciones a una facción del cártel de Sinaloa conocida como los “Chapitos”, identificada como una de las principales exportadoras de fentanilo a Estados Unidos, así como a una red regional de socios y negocios de los Chapitos con sede en Mazatlán, México, que presuntamente se dedican al narcotráfico, la extorsión y el lavado de dinero.

Según la fiscalía federal, el Chapo contrabandeó grandes cantidades de cocaína y otras drogas a Estados Unidos durante 25 años. Fue declarado culpable en 2019 por múltiples cargos de conspiración y condenado a cadena perpetua en una prisión estadounidense.

“En el Departamento del Tesoro cumplimos con el mandato del presidente Trump de eliminar por completo los cárteles de la droga y enfrentar a líderes violentos como los hijos de ‘El Chapo’”, dijo el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en un comunicado.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

El cártel de Sinaloa, a través de sus diversas representaciones, es el grupo criminal más antiguo de México, que data de la década de 1970. Uno de sus negocios más lucrativos en los últimos años ha sido la producción del opioide sintético fentanilo, al que se atribuyen decenas de miles de muertes por sobredosis cada año en Estados Unidos. En febrero, la istración de Trump calificó al cártel de Sinaloa como una organización terrorista extranjera.