El presidente Donald Trump dijo el domingo que, por ahora, no está preparado para invocar la Ley de Insurrección de 1807 en respuesta a las protestas en el área de Los Ángeles, mientras desplegaba a 2.000 de la Guardia Nacional en la región, una medida que el gobernador del estado calificó como “deliberadamente incendiaria”.
Al ser consultado sobre si estaba dispuesto a aplicar la ley, que otorga a los presidentes la autoridad para desplegar a las Fuerzas Armadas dentro del país, Trump respondió a periodistas en Nueva Jersey que “depende de si hay o no una insurrección”.
Ante la pregunta de si consideraba que eso estaba ocurriendo en Los Ángeles, dijo: “No, pero hay personas violentas, y no vamos a dejar que se salgan con la suya”, y subrayó la importancia de mantener “una ley y un orden muy firmes”.
Cuando se le pidió definir qué entiende por insurrección, Trump respondió: “En realidad, solo hay que mirar el lugar y ver lo que está pasando. Anoche en Los Ángeles lo observamos muy de cerca. Hubo mucha violencia”.
Trump fue consultado también por los comentarios del secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien publicó el sábado que los infantes de Marina en servicio activo estacionados en la cercana base de Camp Pendleton estaban en “alerta máxima” para apoyar a la Guardia Nacional.
“Vamos a ver qué necesitamos. Enviaremos lo que sea necesario para garantizar que haya ley y orden”, dijo Trump mientras se preparaba para partir hacia Camp David, la residencia presidencial en Maryland.
Agregó que su gobierno observará “muy de cerca” las protestas contra las políticas migratorias en otras ciudades.
Trump calificó al gobernador de California, Gavin Newsom, como “incompetente” y se refirió a la llamada que mantuvo con él el viernes, la cual, según la oficina del gobernador, duró 40 minutos.
“Le dije: ‘Mira, tienes que encargarte de esto, o si no, voy a enviar a los militares’. Y eso fue lo que hicimos”, dijo Trump sobre la conversación.