ISIS se atribuyó dos ataques contra las fuerzas de seguridad sirias, los primeros desde que asumió el gobierno de transición del exyihadista Ahmed al-Sharaa.
El grupo terrorista, también conocido como Estado Islámico, afirmó haber matado y herido a siete del “régimen apóstata sirio” con un artefacto explosivo que detonó en una carretera del sur del país. Dijo que el ataque tuvo lugar en la remota zona desértica de Talul al Safa, en la provincia meridional siria de Suwayda.
Una fuente militar en la región de Suwayda dijo a CNN que una unidad de reconocimiento del Ejército Sirio Libre fue emboscada el miércoles mientras rastreaba los movimientos de ISIS en la zona. Un combatiente murió y tres resultaron heridos.
Unidades del Ejército Sirio Libre cuentan con el apoyo de las fuerzas armadas de Estados Unidos en lo que se denomina la Zona de Desconflicto de al Tanf, cerca de las fronteras con Jordania y Egipto, donde EE.UU. tiene un pequeño puesto de avanzada.
La fuente añadió que la zona de Talul al Safa es “extremadamente accidentada y peligrosa, ya que eISIS llevaba mucho tiempo explotando su terreno”.
ISIS perdió casi todo el territorio que controlaba en Siria a finales de 2017, pero ha mantenido un punto de apoyo en el vasto desierto central del país. ISIS reivindicó otro ataque en la misma zona hace varios días.
CNN se puso en o con el gobierno de Damasco para obtener comentarios, pero aún no ha recibido respuestas. La semana pasada, el Ministerio del Interior de Siria dijo que las fuerzas de seguridad que operan en una zona no muy lejana de donde se produjeron los ataques habían incautado “una serie de artefactos explosivos improvisados (IED), así como armas” en lugares pertenecientes a una célula terrorista afiliada a ISIS.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en la ciudad de Washington, señala que es probable que el grupo haya mantenido células en el sur de Siria a pesar de no haber perpetrado atentados allí desde hace al menos dos años.
Estados Unidos y otros gobiernos occidentales han instado al nuevo gobierno de Siria a impedir el resurgimiento de ISIS y otros grupos terroristas en suelo sirio. Pero el gobierno ha tenido dificultades para extender su autoridad a Suwayda, donde se han producido enfrentamientos entre grupos drusos y suníes.