El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, lanzó este sábado una seria advertencia a la región Asia-Pacífico y al mundo: las intenciones de China sobre Taiwán representan una amenaza para la paz y la estabilidad globales que exige que “nuestros aliados y socios cumplan con su parte en materia de defensa”.
“No hay razón para endulzarlo. La amenaza que representa China es real. Y podría ser inminente”, dijo Hegseth en un discurso en el Diálogo de Shangri-La, el principal foro de defensa de Asia, en Singapur.
“Beijing se está preparando de manera creíble para usar potencialmente la fuerza militar y alterar el equilibrio de poder en el Indo-Pacífico”, dijo, señalando que las fuerzas del Ejército Popular de Liberación (EPL) entrenan a diario para tomar acciones militares contra Taiwán.
Destacó que el líder chino Xi Jinping ha ordenado a su Ejército estar listo para invadir Taiwán –la isla democrática de 23 millones de habitantes que el Partido Comunista Chino reclama como territorio propio, a pesar de nunca haberla gobernado– para 2027.
“El EPL está construyendo las fuerzas armadas necesarias para hacerlo, entrenando para ello todos los días y ensayando para el momento real”, dijo Hegseth, en algunos de sus comentarios más contundentes contra China desde que asumió el cargo en enero.
Dijo que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha prometido no permitir que Taiwán caiga en manos de China durante su mandato, y llamó a los aliados y socios estadounidenses en la región a unirse para enfrentar a Beijing, tanto en el tema de Taiwán como en otras disputas regionales donde China persigue agresivamente su agenda, como en el mar de China Meridional.

“El comportamiento de China hacia sus vecinos y el mundo es una llamada de atención. Y una urgente”, declaró el secretario de Defensa de Estados Unidos.
Sin embargo, señaló que EE.UU. no puede disuadir la amenaza china solo, e instó a otras naciones a ser “multiplicadores de fuerza” frente a Beijing.
“Pedimos, e incluso insistimos, que nuestros aliados y socios cumplan con su parte en materia de defensa”, declaró.
Hegseth instó a los países asiáticos a aumentar su gasto en defensa, señalando a los aliados de la OTAN que lo han incrementado hasta el 5 % del producto interno bruto.
“Por lo tanto, no tiene sentido que los países europeos hagan eso mientras sus aliados clave en Asia gastan menos en defensa ante una amenaza aún mayor, por no mencionar a Corea del Norte”, afirmó.
Aunque Hegseth dejó claro que Washington no busca un conflicto con China, subrayó que la istración Trump no permitirá que la agresión de Beijing quede impune.
“No vamos a ser expulsados de esta región crítica, y no permitiremos que nuestros aliados sean subordinados o intimidados”, afirmó.
El discurso de Hegseth se suma a las crecientes tensiones entre Washington y Beijing.
China ha criticado los esfuerzos de EE.UU. en los últimos años para reforzar sus alianzas y endurecer su postura de defensa en Asia, mientras que las fricciones económicas alcanzaron niveles históricos a principios de este año después de que Trump impusiera aranceles a China, desatando una guerra comercial que llevó los aranceles mutuos a más del 100 %.
El Diálogo de Shangri-La en Singapur ha sido en el pasado un espacio donde líderes de defensa de EE.UU. y China podían reunirse al margen y mantener al menos un diálogo mínimo entre ambos rivales.

No se espera que haya tal reunión este año. China anunció el jueves que solo enviará una delegación de bajo nivel de su Universidad Nacional de Defensa a Shangri-La, en lugar de su ministro de Defensa, quien había hablado en los últimos cinco foros.
Cuando el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, que organiza el evento, publicó con retraso la lista de oradores este viernes por la tarde, el horario habitual de las 8:30 a.m., hora local, para la intervención de un representante chino fue eliminado de la agenda.
En una conferencia de prensa del Ministerio de Defensa chino el jueves, un portavoz evitó responder por qué Beijing no enviará a su ministro de Defensa al foro.
China está “abierta a la comunicación a todos los niveles entre ambas partes”, dijo un portavoz del ministerio, al ser consultado sobre una posible reunión paralela con la delegación estadounidense.
El llamado de Hegseth a la cooperación aliada para disuadir a China es una continuidad de la istración Biden, pero el Gobierno de Trump parece ser más enérgica que su predecesora.
Previo a la conferencia de Singapur, había consenso entre los analistas de que, a diferencia de la agitación que Trump ha causado en Europa –con amenazas de retirarse de la OTAN y abandonar a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa–, el papel de EE.UU. en Asia ha sido en gran medida consistente, centrado en contrarrestar la influencia china y respaldar a Taiwán.
Los analistas señalaron que los ejercicios militares liderados por EE.UU., especialmente los que involucran a aliados clave como Japón, Australia, Filipinas y Corea del Sur, han continuado o incluso se han reforzado en 2025.