Los consumidores estadounidenses moderaron sus gastos en abril tras una ola de compras impulsada por los aranceles el mes anterior, según nuevos datos publicados este viernes, que también mostraron una desaceleración de la inflación.
El informe del viernes del Departamento de Comercio mostró que el gasto del consumidor aumentó un 0,2 % el mes pasado, una cifra menor a la prevista, pero un retroceso notable respecto al aumento del 0,7 % de marzo, cuando los estadounidenses adelantaron sus compras —en particular, las de automóviles nuevos— ante los posibles aumentos de precios derivados de los aranceles del presidente Donald Trump.
Los últimos datos también mostraron que la inflación se acerca al objetivo de la Reserva Federal del 2 %, prácticamente al mismo nivel que antes de la implementación de los aranceles.
El índice de precios del Gasto de Consumo Personal (G) se situó en el 2,1 % durante los 12 meses finalizados en abril, una desaceleración respecto al aumento anual del 2,3 % de marzo. En términos mensuales, los precios subieron un 0,1 %, una ligera aceleración tras mantenerse estables en marzo.
Los economistas esperaban que el índice de precios PCE aumentara un 0,2 % desde marzo y se redujera a una tasa anual del 2,2 %, y que el gasto se desacelerara al 0,4 %, según FactSet.
La inflación se encuentra actualmente en su nivel más bajo desde septiembre de 2024 y se sitúa apenas por encima del objetivo del 2 % de la Reserva Federal.
Los últimos datos llegan en un momento en que está creciendo la incertidumbre sobre hasta qué punto las políticas radicales de Trump —incluidos los intentos por reducir los elevados aranceles sobre la mayoría de los productos importados— podrían trastocar el orden mundial y la economía estadounidense.
Si bien los aranceles en sí mismos siguen fluctuando, especialmente tras un fallo del Tribunal de Comercio Internacional de EE.UU. que bloqueó gran parte de ellos, los economistas no esperaban que la primera ola de aranceles a las importaciones tuviera un efecto inmediato en los precios.
Se han producido cambios significativos en las políticas arancelarias, y algunos de los aranceles más agresivos se redujeron o suspendieron; las empresas adelantaron sus compras, aumentando su inventario prearancelario; y algunos costos de las primeras oleadas de nuevos aranceles podrían haber sido absorbidos por minoristas y fabricantes.
Pero la enorme incertidumbre causada por las políticas de Trump ha comenzado a repercutir negativamente en la economía, afectando el gasto de consumidores y empresas.