Irán y Estados Unidos iniciarán el viernes en Roma la quinta ronda de importantes conversaciones nucleares, en medio del creciente escepticismo en Teherán sobre las posibilidades de un acuerdo, a medida que Washington endurece su postura.
Dos fuentes iraníes han declarado a CNN que parece improbable que las conversaciones culminen en un acuerdo, ya que Estados Unidos insiste en que Teherán desmantele su programa de enriquecimiento de uranio, una exigencia que, según funcionarios iraníes, provocaría el colapso de las negociaciones nucleares.
Las fuentes afirmaron que la participación de Irán en las conversaciones de Roma tiene como único objetivo evaluar la postura de Washington, en lugar de buscar un posible avance.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, reiteró las líneas rojas de Teherán antes de partir hacia Roma el viernes.
“Determinar el camino hacia un acuerdo no es ciencia espacial”, publicó en X antes de su vuelo. “Cero armas nucleares = SÍ tenemos un acuerdo. Cero enriquecimiento = NO tenemos un acuerdo”.
El gobierno de Trump ha exigido a Irán que detenga toda actividad de enriquecimiento de uranio, lo cual, según el principal negociador estadounidense, Steve Witkoff, “permite la militarización”. El uranio, un combustible nuclear clave, puede utilizarse para construir una bomba si se enriquece a altos niveles. Irán mantiene que su programa nuclear es pacífico y afirma estar dispuesto a comprometerse a no enriquecer uranio para uso militar como parte de un acuerdo.
El jueves, Araghchi afirmó que Irán estaba abierto a una mayor supervisión por parte de inspectores internacionales, pero que no renunciaría a su derecho a desarrollar energía nuclear, incluido el enriquecimiento de uranio. Washington ofrece reducir las agobiantes sanciones económicas impuestas a Irán a cambio de la desnuclearización.
Estados Unidos había enviado previamente señales contradictorias sobre si se permitiría a Irán enriquecer uranio, pero en las últimas semanas ha endurecido su postura, insistiendo en que no se permitirá el enriquecimiento.

Este cambio ha llevado a funcionarios en Teherán a cuestionar el compromiso de Washington con un acuerdo, ya que Irán ha reiterado que el enriquecimiento es una línea roja en las negociaciones. Dos fuentes iraníes declararon a CNN que Teherán alberga crecientes dudas sobre la sinceridad de Estados Unidos en las negociaciones.
“Las declaraciones mediáticas y el comportamiento negociador de Estados Unidos han decepcionado ampliamente a los círculos políticos de Teherán”, declararon las fuentes en un mensaje conjunto. “Desde la perspectiva de los responsables políticos en Teherán, cuando Estados Unidos sabe que aceptar el enriquecimiento cero en Irán es imposible y, sin embargo, insiste en ello, es una señal de que, en esencia, no busca un acuerdo y está utilizando las negociaciones como una herramienta para intensificar la presión”.
Inicialmente, señalaron las fuentes, algunos funcionarios iraníes creían que Washington podría buscar un compromiso beneficioso para todos. Sin embargo, ahora existe consenso en que la istración Trump está llevando las conversaciones a un punto muerto.
Las fuentes señalaron que, si bien ni Estados Unidos ni Irán quieren abandonar la mesa de negociaciones, la postura de Estados Unidos está haciendo que las conversaciones sean improductivas y es improbable que las reuniones formales se prolonguen por mucho más tiempo.
Dijeron que Teherán ya no toma en serio los esfuerzos de Estados Unidos por distanciarse de la línea dura de Israel hacia Irán, y considera que las propuestas estadounidenses siguen la agenda del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha insistido en que no se permita el enriquecimiento de uranio en Irán.
El viernes, los delegados iraníes en Roma buscan investigar si Estados Unidos ha revisado su enfoque. Las fuentes sugirieron que Teherán probablemente adoptará una postura más firme a menos que Estados Unidos ofrezca concesiones tangibles.
Estados Unidos impone más sanciones antes de las conversaciones
Washington ha mantenido la presión sobre Irán con nuevas sanciones y amenazas de guerra, incluso mientras continúan las conversaciones diplomáticas.
El miércoles, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció nuevas medidas, identificando el sector de la construcción iraní como “controlado directa o indirectamente” por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y 10 materiales estratégicos que, según afirmó, Irán utiliza en relación con sus programas nucleares, militares o de misiles balísticos.
“Con estas decisiones, Estados Unidos cuenta con mayor autoridad sancionadora para impedir que Irán adquiera materiales estratégicos para su sector de la construcción bajo el control del CGRI y sus programas de proliferación”, declaró Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán criticó al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, por la medida, calificándola de “tan indignante como ilegal e inhumana”.
“Las consecutivas rondas de sanciones de Estados Unidos no hacen más que reforzar la profunda convicción de nuestro pueblo de que quienes toman las decisiones en ese país están dispuestos a hacer todo lo posible por obstaculizar el desarrollo y el progreso de Irán. Estas sanciones, anunciadas en vísperas de la quinta ronda de conversaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos, ponen aún más en tela de juicio la disposición y la seriedad de Estados Unidos hacia la diplomacia”, escribió Baqaei en X.
Angus Watson, de CNN, contribuyó a este informe.