Un ciudadano venezolano que había sido aprobado para ingresar a Estados Unidos bajo el Programa de Reasentamiento de Refugiados de las Naciones Unidas aparentemente terminó en una prisión de El Salvador y ahora espera saber si tendrá la oportunidad de hablar con su abogado, después de que un juez ordenara al Gobierno estadounidense restablecer una comunicación que ha estado cortada durante casi 70 días.
El Gobierno federal tiene hasta el final del miércoles para que Widmer Josneyder Agelviz-Sanguino, quien fue deportado al Cecot, e a su abogado.
El juez federal Keith P. Ellison ordenó el lunes al Gobierno “restablecer y ayudar a mantener la comunicación entre abogado y cliente” en el caso de Agelviz-Sanguino, de 24 años, y su defensa legal, y “proporcionar al equipo legal de los demandantes información de o directa con la instalación donde está detenido Agelviz-Sanguino”.
Además de facilitar el o del detenido con su equipo legal, el Gobierno debe también presentar una declaración confirmando la ubicación actual y el estado de salud de Agelviz-Sanguino, así como la base legal para su detención continua, escribió el juez en su orden.
En respuesta a esta solicitud, el martes el Gobierno presentó una declaración donde indica que la embajada de EE.UU. en El Salvador “realizó una consulta con os relevantes en el Gobierno salvadoreño”, pero que no ha recibido respuesta. “Tengo entendido que los ciudadanos venezolanos transferidos desde Estados Unidos a El Salvador continúan detenidos de acuerdo con la legislación nacional salvadoreña”, dice la declaración del Gobierno.
Durante los últimos dos meses, familiares, abogados, periodistas y políticos estadounidenses han tenido dificultades para acceder a los detenidos recluidos en el Cecot.
En el caso de otro detenido, un juez federal en Maryland expresó el viernes su frustración con las acciones del Gobierno por repatriar a Kilmar Abrego García desde Cecot a EE.UU., o por demostrar que realmente están intentando coordinar su regreso, tal como se le ordenó previamente.
Si el Gobierno no puede garantizar el o directo entre Agelviz-Sanguino y su abogado, deberá “presentar una declaración con todas las acciones realizadas para obtener cooperación” y “revelar todos los acuerdos o arreglos con El Salvador (o con cualquier agencia o subdivisión involucrada) relacionados con la detención de Agelviz-Sanguino”, según la orden del juez.
Agelviz-Sanguino y su familia llegaron a Estados Unidos el 19 de septiembre tras someterse durante meses al proceso de evaluación como candidatos aprobados por el programa de reasentamiento de refugiados de la ONU, dijo su madre, Carolina Sanguino, a CNN.
Según ella, toda la familia solicitó estatus de refugiado mientras vivían en Ecuador, después de huir de Venezuela en 2023.
Pasaron por varias rondas de entrevistas, que incluían preguntas sobre antecedentes penales, tatuajes, historial laboral y redes sociales, explicó la madre de Agelviz-Sanguino.
Según el sitio web de refugiados de la ONU, “Estados Unidos realiza un riguroso proceso de evaluación para determinar si acepta a un refugiado para el reasentamiento. Todo el proceso toma aproximadamente dos años”.
La familia fue aprobada condicionalmente para el estatus de refugiado en marzo de 2024, según una carta que la madre de Agelviz-Sanguino compartió con CNN. Fueron entrevistados como grupo, pero Agelviz-Sanguino, quien tenía 23 años en ese momento, recibió su propia carta por ser mayor de edad, explicó su madre. El 3 de mayo de 2024, la familia fue finalmente aprobada para el estatus de refugiados y el Departamento de Estado de EE.UU. les emitió documentos de viaje, según los abogados de Agelviz-Sanguino.
Cuando Agelviz-Sanguino llegó a Estados Unidos en 2024, fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) después de que agentes fronterizos apuntaran a sus tatuajes y le preguntaran sobre una posible afiliación con la pandilla venezolana Tren de Aragua, según documentos judiciales presentados por su defensa.
“Cuando llegamos, los agentes de ICE preguntaron si yo sabía qué significaban sus tatuajes. Le dije al agente que tiene tatuados un reloj, una rosa y un búho. La rosa es por su abuela, porque ella le enseñó a sembrar desde pequeño y le transmitió ese amor por la naturaleza. El búho representa de dónde somos en Venezuela. En el lugar donde crecimos, siempre había un búho que hacía ruidos por la noche y lo despertaba a las 3 a.m., así que se tatuó el búho con el reloj marcando las 3 a.m. para representar su infancia”.
Por razones de seguridad, CNN no incluyó detalles sobre los motivos por los cuales la familia solicitó el estatus de refugiados.
Agelviz-Sanguino estuvo detenido por ICE desde septiembre de 2024 hasta marzo de 2025, cuando fue deportado a la prisión Cecot en El Salvador. Fue enviado a El Salvador sin previo aviso, según su madre y su abogado. La familia se enteró de su deportación después de que CBS filtrara una lista con los nombres de los detenidos enviados al Cecot.
“Sentí que el mundo se me venía encima. Sabía que algo no estaba bien. Lo sentí en el corazón”, dijo la madre de Agelviz-Sanguino. “Esa misma tarde salió la lista de CBS y su nombre era el primero. No he hablado con él desde el 13 de marzo”.
Antes de su deportación, los abogados de Agelviz-Sanguino presentaron una solicitud de asilo luego de que ICE le negara el estatus de refugiado tras su ingreso al país. Según los documentos judiciales, ICE no presentó ninguna prueba de afiliación del detenido a una organización criminal. Un juez tenía programado escuchar el caso de asilo de Agelviz-Sanguino el 1 de abril, pero fue deportado el 15 de marzo, de acuerdo con los documentos judiciales.
“Si él fuera parte de una banda, lo habrían detectado durante el proceso de evaluación. Pasamos por varias entrevistas antes de que nos aprobaran. Si él fuera un delincuente, yo lo sabría”, dijo su madre.
El equipo legal de Agelviz-Sanguino acusa al Gobierno de EE.UU. de violar sus derechos de la Quinta Enmienda al debido proceso, y de causarle “un daño irreparable” al colocarlo “en custodia con las mismas personas de las que buscaba protección y someterlo a un trato inhumano en el Cecot”, según su demanda.
La caracterización que hace el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Agelviz-Sanguino difiere de la de su familia. “Widmer Josneyder Agelviz Sanguino es miembro del Tren de Aragua y ahora está fuera de nuestro país y tras las rejas, donde pertenece. El Tren de Aragua es una de las bandas terroristas más violentas y despiadadas del planeta”, dijo Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS, en un comunicado a CNN el miércoles.
“Las evaluaciones de inteligencia del DHS van mucho más allá de los tatuajes o redes sociales. Confiamos en la inteligencia de nuestras fuerzas del orden y no vamos a compartir reportes clasificados cada vez que un miembro de una banda niegue serlo. Eso sería una locura”, continuó la funcionaria. “Cuando los estadounidenses violan la ley, enfrentan consecuencias. Bajo el presidente Trump y la secretaria Noem, los inmigrantes criminales y las pandillas también las enfrentan”.
“Él es un hombre trabajador y honorable. El hecho de que esté pasando por esto es inhumano. Es una tragedia para todos nosotros”, dijo la madre de Agelviz-Sanguino.
La familia espera que el Gobierno de EE.UU. cumpla con la orden del juez, a pesar de la resistencia que ya ha mostrado a otras órdenes judiciales relacionadas con el Cecot presentadas por jueces federales.