Israel lanzó una extensa operación terrestre en Gaza el domingo, además de una intensa campaña aérea que, según las autoridades sanitarias del territorio, causó la muerte de más de 100 personas durante la noche y el cierre del último hospital en funcionamiento en el norte del enclave.
La operación terrestre de las fuerzas israelíes en el norte y el sur de Gaza se produce mientras mediadores internacionales presionan para avanzar en las negociaciones de alto el fuego.
Hamas e Israel entablaron conversaciones indirectas el sábado en Doha, la capital de Qatar. Un alto funcionario de Hamas, Taher Al-Nunu, confirmó que se habían iniciado “negociaciones sin condiciones previas”, según Al Aqsa TV, gestionada por Hamas.
Si bien existe cierto optimismo en torno a las conversaciones, un avance parece incierto. Israel indicó el domingo su disposición a poner fin a la guerra en Gaza si Hamas se rinde, una propuesta que es poco probable que el grupo militante acepte. Hamas ha afirmado que liberará a todos los rehenes israelíes si hay garantías de que Israel pondrá fin a la guerra. “Si Hamas quiere hablar de poner fin a la guerra mediante su rendición, estaremos listos”, dijo una fuente israelí.
El domingo por la mañana, un alto dirigente de Hamas dijo a CNN que el grupo había acordado liberar entre siete y nueve rehenes israelíes a cambio de un alto el fuego de 60 días y la liberación de 300 prisioneros y detenidos palestinos.
Horas más tarde, otro alto dirigente de Hamas, Sami Abu Zuhri, negó y contradijo dicha propuesta, publicando una declaración en el canal de televisión Al-Aqsa TV Telegram, gestionado por Hamas: “No son ciertos los rumores sobre el acuerdo del movimiento para liberar a nueve prisioneros israelíes a cambio de un cese del fuego de dos meses”.
“Estamos dispuestos a liberar a todos los prisioneros de una vez, siempre que la ocupación se comprometa a un cese de hostilidades bajo garantías internacionales, y no entregaremos a los prisioneros de la ocupación mientras insista en continuar su agresión contra Gaza indefinidamente”, agregó.
Las fuerzas israelíes afirmaron que su nueva campaña militar, denominada “Carros de Gedeón”, en referencia a un guerrero bíblico, anunciada la noche del viernes, ha devuelto a Hamas a la mesa de negociaciones. Y debido a la “necesidad operativa”, la Oficina del Primer Ministro de Israel dijo el domingo que el país permitirá la entrada de una “cantidad básica de alimentos” a Gaza para evitar una crisis de hambre en el enclave, que, según Israel, pondría en peligro la operación.
La campaña se lanzó “para lograr todos los objetivos de la guerra en Gaza, incluida la liberación de los rehenes y la derrota de Hamas”, declararon las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un comunicado.
“Durante la operación, aumentaremos y ampliaremos nuestro control operativo de Gaza, incluyendo la segmentación del territorio y el desplazamiento de la población para su protección en todas las zonas donde operamos”, aseguró el domingo el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Effie Defrin.
Sin embargo, analistas y funcionarios afirman que es más probable que Hamas haya acordado reanudar las conversaciones tras la visita del presidente estadounidense Donald Trump a Medio Oriente.
“Tras las conversaciones entre Qatar y Estados Unidos durante la visita del presidente Trump a Doha, los mediadores de Estados Unidos, Qatar y Egipto redoblarán sus esfuerzos para ver si se puede alcanzar un nuevo acuerdo de alto el fuego”, dijo a CNN un funcionario con conocimiento de las conversaciones.
La semana pasada, Netanyahu ordenó al equipo negociador israelí que se dirigiera a Qatar para conversar, pero dejó claro que solo se compromete a negociar una propuesta presentada por el enviado estadounidense a Medio Oriente, Steve Witkoff, que exige la liberación de la mitad de los rehenes a cambio de un alto el fuego temporal. Dicha propuesta no garantiza el fin de la guerra.
Trump estuvo en Doha el miércoles como parte de un viaje a Medio Oriente que no incluyó a Israel. Trump dijo este mes que quería el fin de la “brutal guerra” en Gaza.
También ignoró a Israel dos veces este mes al alcanzar acuerdos bilaterales con grupos militantes regionales. Hamas liberó a un rehén israelí-estadounidense la semana pasada, y los hutíes acordaron dejar de disparar contra buques estadounidenses en el mar Rojo, a la vez que se comprometieron a seguir combatiendo a Israel.
Trump, sin embargo, negó que Israel hubiera sido marginado. “Esto es bueno para Israel”, afirmó. Sin embargo, el jueves, afirmó que quería que Estados Unidos “tomara” Gaza y la convirtiera en una “zona de libertad”.
“Tengo ideas para Gaza que me parecen muy buenas: convertirla en una zona de libertad, permitir que Estados Unidos intervenga y convertirla simplemente en una zona de libertad”, dijo Trump desde Qatar.
Durante su visita al golfo, Trump también reconoció que la gente se muere de hambre en Gaza y afirmó que Estados Unidos se encargaría de la situación en Gaza.
Familias enteras muertas por los bombardeos de Israel
Mientras tanto, la ONU y destacadas organizaciones de ayuda humanitaria alertan sobre la nueva ofensiva israelí en Gaza, afirmando que los civiles son los más afectados.
Más de 300 personas han muerto y más de 1.000 han resultado heridas tras la intensificación de los intensos ataques aéreos israelíes desde el jueves, según un recuento de CNN con base en datos del Ministerio de Salud palestino de esta semana.
Familias enteras murieron mientras dormían juntas, según el Ministerio de Salud.
En la zona de Al-Mawasi, al sur de Gaza, un bebé, sus dos hermanos pequeños y sus padres, que vivían en un campamento de desplazados, murieron el sábado, según dijo a CNN el Dr. Munir al-Barsh, director del Ministerio de Salud.
A medida que continúan los bombardeos y aumenta el número de muertos, el sistema sanitario de Gaza se ve cada vez más al borde del abismo.
Durante la última semana, las fuerzas israelíes ejecutaron ataques cerca de varios hospitales del enclave, incluido el Hospital Indonesio de Beit Lahiya, el último centro médico en funcionamiento en el norte de Gaza, dejándolo fuera de servicio.
El Dr. Marwan Al-Sultan, director del hospital, dijo el viernes que se produjeron “explosiones extremadamente intensas” en los alrededores del hospital, que cortaron las conexiones a los respiradores que algunos de sus pacientes necesitan para sobrevivir. CNN se ha puesto en o con el ejército israelí para obtener comentarios sobre el ataque, aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han acusado previamente a Hamas de esconderse en instalaciones médicas.
El domingo, Al-Sultan dijo a la organización benéfica británica Medical Aid for Palestinians (MAP) que el hospital está “completamente asediado”, que nadie puede acceder a él y que su unidad de cuidados intensivos también fue atacada.
“Estamos profundamente indefensos”, dijo, y añadió que la situación es “extremadamente alarmante”. El hospital Al-Awda, en el norte de Gaza, vivió una noche desgarradora con bombardeos en sus inmediaciones, según dijo el domingo a MAP el director del centro, Dr. Mohammed Salha.
Salha afirmó que los sistemas médicos del hospital (oxígeno para respiradores, electricidad y suministro de agua) sufrieron graves daños. Los cuadricópteros que sobrevolaban la zona dificultaban la entrada y salida de los equipos médicos, y la escasez de suministros médicos y combustible dificultaba que el hospital siguiera brindando atención esencial.
El Ministerio de Salud palestino indicó el domingo que “todos los hospitales públicos del norte de Gaza están fuera de servicio”.
Hambruna en Gaza
Antes de que Israel anunciara el domingo que permitiría la entrada de una cantidad básica de alimentos a Gaza, la ONU advirtió que toda la población del enclave, de más de 2,1 millones de personas, se enfrenta al riesgo de hambruna tras 19 meses de conflicto y desplazamientos masivos, agravados por el bloqueo israelí de la ayuda durante 11 semanas.
Una controvertida organización respaldada por Estados Unidos, la Fundación Humanitaria de Gaza (FGH), encargada de entregar ayuda al enclave, celebró el anuncio israelí de permitir la entrada de ayuda alimentaria a Gaza como un “mecanismo de transición” hasta que el grupo esté plenamente funcional.
La organización sin fines de lucro se creó a instancias del gobierno estadounidense para ayudar a aliviar el hambre en Gaza, cumpliendo al mismo tiempo con las exigencias israelíes de que la ayuda no llegue a Hamas.
En un comunicado, el director ejecutivo del grupo, Jake Wood, dijo: “El anuncio de hoy marca un importante paso intermedio. Esperamos que el nuevo mecanismo de ayuda de la FGH, que incluye el establecimiento de cuatro Puntos de Distribución Segura iniciales, esté en funcionamiento antes de fin de mes”.
La nueva organización ha sido criticada por altos funcionarios humanitarios, quienes advierten que es insuficiente, podría poner en peligro a la población civil e incluso fomentar su desplazamiento forzado. La ONU advirtió que la ubicación inicial de los puntos de distribución solo en el sur y el centro de Gaza podría interpretarse como un estímulo para el objetivo público de Israel de expulsar a la población de Gaza del norte.
Sin embargo, la fundación afirma haber solicitado a Israel ayuda para establecer puntos de distribución en el norte. La ONU también advirtió que la intervención del ejército israelí en la seguridad de los sitios podría desanimar a los beneficiarios de la ayuda.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, calificó la decisión de la Oficina del Primer Ministro sobre la ayuda como un “grave error”, afirmando que cualquier ayuda que entrara en Gaza “sin duda impulsaría a Hamas”.
El número de personas muertas por la ofensiva israelí en Gaza tras los ataques del 7 de octubre de 2023 supera ya las 53.000, la mayoría de las cuales son mujeres y niños, según informó el jueves el Ministerio de Salud.
A pesar de la reanudación de las conversaciones en Qatar, Omar Qandil, cuyo hermano, cuñada y sobrina de cuatro meses murieron en un ataque aéreo nocturno en el centro de Gaza, afirmó que siente que el mundo ha hecho la vista gorda ante su sufrimiento.
“Todos estaban dormidos… todos fueron atacados en su dormitorio”, comentó.
“Ya no sé qué podemos decir, hemos hablado mucho. Nadie nos mira: ni árabes ni musulmanes, nadie”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron el domingo que su nueva ofensiva en Gaza se ejecuta “en plena coordinación” con el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, y que las FDI intentan evitar que los rehenes restantes sufran daños. Sin embargo, el foro ha condenado la operación, alegando que pondría en peligro a quienes aún se encuentran cautivos en el enclave.
“La política actual consiste en matar a los vivos y borrar a los muertos. Cada bombardeo, cada retraso, cada indecisión aumenta el peligro. Los rehenes vivos se enfrentan a un peligro mortal inmediato, y corremos el riesgo de perder a los fallecidos para siempre”, dijo Hagai Levine, jefe del equipo de salud del foro, quien, según el grupo, fue coautor de un informe sobre los peligros que la última operación israelí representa para los rehenes.
Eyad Kourdi, Abeer Salman y Jeremy Diamond, de CNN, contribuyeron al informe. Khader Al-Za’anoun, de Wafa, la agencia de noticias oficial palestina, también colaboró en este artículo.