La Fiscalía de Ecuador informó este sábado que abrió una investigación previa por terrorismo luego de que 11 militares murieran en una emboscada durante una operación contra la minería ilegal en el sector de Alto Punino, ubicado en la provincia de Orellana, en el nororiente del país.
En un mensaje en la red social X, la entidad agregó que se elaboran las actas para entregar los cuerpos de los fallecidos, los cuales serán llevados a Quito.
En otra publicación, la Fiscalía dijo que también trabaja para identificar el cuerpo de otra persona fallecida en el incidente y que presuntamente pertenece al grupo criminal Comandos de la Frontera.
En el mensaje se explicó que el fallecido sería el “presunto responsable de la emboscada a las víctimas”.
La emboscada
Cuatro equipos de combate, en los que participaron 80 soldados, partieron en la mañana para ejecutar acciones contra grupos vinculados con la minería ilegal, según el Ejército. Agregó que uno de los equipos fue emboscado por el grupo criminal Comandos de la Frontera, compuesto por disidencias de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Este ataque fue realizado con explosivos, granadas y fusiles, de acuerdo con información de inteligencia militar”, precisó un comunicado del Ejército.
La institución señaló que un miembro del grupo ilegal armado murió durante el ataque.
“No descansaremos hasta que los responsables sean juzgados ante la ley y rindan cuentas de este crimen en contra de valientes ecuatorianos que han entregado su vida por el bien de la patria”, enfatizó.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, dispuso tres días de luto nacional en honor a los militares muertos en el operativo y los declaró “héroes nacionales”.
“Encontraremos a los responsables y los acabaremos”, escribió el mandatario en su cuenta de X este sábado.
El Ministerio de Defensa de Colombia condenó el ataque registrado en Alto Punino, en la zona fronteriza entre Ecuador y ese país.
“Este acto criminal, en el que 11 valientes militares ecuatorianos fueron asesinados y uno más resultó herido, representa una grave amenaza para la seguridad regional y una inaceptable agresión contra quienes cumplen con la misión constitucional de proteger su territorio”, precisó el Ministerio de Defensa colombiano en X.
El ministro de Defensa colombiano, Pedro Arnulfo Sánchez, condenó el hecho y lo calificó como “brutal ataque”.
“Estos hechos enlutan a toda la región y evidencian, una vez más, la amenaza que representan los grupos armados organizados que delinquen en zonas fronterizas, que no conocen de límites ni humanidad. Su violencia criminal es inisible y debe ser enfrentada con toda la fuerza del Estado”, dijo.
El ministro Sánchez reiteró que Colombia mantiene su compromiso de trabajar con Ecuador en la seguridad fronteriza y el combate al crimen organizado transnacional.
La embajada de Estados Unidos en Ecuador envió condolencias a las familias de los soldados y reiteró su apoyo en el combate al crimen organizado.
“Nos solidarizamos con el pueblo ecuatoriano en este momento de duelo y apoyamos al Ecuador en la lucha colectiva contra el crimen organizado. Que estos valientes soldados ecuatorianos descansen en paz”, expresó en X.
La Fiscalía General del Estado informó que está a cargo de las primeras diligencias para el levantamiento de cadáveres y de recabar más indicios en el lugar. Reiteró que, según las primeras indagaciones, el ataque fue perpetrado por el grupo de delincuencia organizada Comandos de la Frontera, durante una “operación reservada” de control minero.
La Policía Nacional se solidarizó con el Ejército e indicó que mantendrá la cooperación interinstitucional para que se haga justicia en este caso.
Ecuador ha enfrentado en los últimos años el crecimiento de actividades relacionadas con la minería ilegal, que son manejadas por varios grupos de delincuencia organizada, algunos de ellos considerados terroristas por el Gobierno.
La minería ilegal se ha convertido en una “piedra en el zapato” para el desarrollo económico y ambiental de Ecuador, según el Gobierno.
Por ejemplo, en el caso del oro, el Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sostiene que varios factores han facilitado el crecimiento del comercio ilícito en Ecuador, como la informalidad, la pobreza, la presencia de yacimientos en sitios alejados y redes que operan para la extracción ilegal en países vecinos como Colombia y Perú.