Muchas cosas que se hablan en privado generalmente no se pueden decir en público. Aplica para la vida diaria, en el mundo de los negocios y, en particular, para políticos y funcionarios, incluido el presidente de la República. Pero lo que ocurrió en Colombia el martes por la noche, en cadena nacional de televisión y en directo en las redes sociales de la Casa de Nariño, dejó al descubierto muchas tensiones, fuertes reclamos y una confrontación directa entre varios ministros y altos funcionarios del Estado con decisiones del presidente Gustavo Petro. En una medida sin precedentes, el mandatario ordenó que una reunión del Consejo de Ministros fuera transmitida en directo para que, dijo, el país pudiera conocer la gestión del gobierno.
Pero lo que pretendía ser un ejercicio para evaluar el desempeño de inversión, cumplimientos y tareas pendientes de los ministerios terminó siendo un enfrentamiento por causa del malestar de varios integrantes del gabinete por el nombramiento de Armando Benedetti como jefe de Despacho Presidencial y de Laura Sarabia como ministra de Relaciones Exteriores. Ambos funcionarios estaban en la polémica reunión.

La primera en mostrar su inconformidad con estos y otros hechos, como la inseguridad en el país y la falta de avances en la llamada política de Paz Total, fue la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Francia Márquez. “Le digo a usted de frente las cosas que no me parecen y las cosas que comparto en este Gobierno. Y no me parecen las actitudes de Laura Sarabia con nosotros y conmigo porque he tenido que pedirle respeto. Yo soy la vicepresidenta y no me parece ni comparto la decisión de tener acá a Armando Benedetti”, le manifestó Márquez al presidente en la sesión.
Acto seguido tomó la palabra la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, quien increpó al mandatario. “Presidente, como feminista y como mujer, yo no me puedo sentar en esta mesa con Armando Benedetti. Y yo no soy la que va a renunciar, pero es algo que tengo que decirlo y expresarlo (…) Para mí fue un poco sorprendente esto, pero yo no voy a renunciar. Pero, obviamente, no me voy a sentar en esta mesa con Armando Benedetti y la decisión está en sus manos”, dijo.
El mandatario defendió durante toda la reunión, que duró cerca de seis horas, a Benedetti, de quien dijo que había que darle una segunda oportunidad, luego de los cuestionamientos que el funcionario ha enfrentado por su relación en casos de presuntas escuchas ilegales y violencia doméstica, en los que él ha negado responsabilidad. Además, Petro sostuvo que no se iba a dejar encerrar y que el propósito inicial del Consejo de Ministros se había perdido. “Aquí se dividen entre ‘benedittistas’ y ‘antibenedittistas’. Es un gabinete triste. La noticia que sale aquí, en vez de ser un gran esfuerzo democrático de mostrar ante el pueblo cómo es que se gobierna, es una pelea entre ustedes. Eso se llama sectarismo, porque ya lo habían previsto antes. Y el presidente no se deja encerrar. No se deja encerrar, yo no estoy aquí para que me encierren. Esto no es un sindicato”, manifestó ―contrariado― Petro.
Y es que a los reclamos de Márquez y de Muhamad se sumaron los cuestionamientos en el mismo sentido de otros funcionarios, como el director del Departamento de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar; el director de Planeación Nacional, Alexander López, y el director de la Unidad Nacional de Protección, Augusto Rodríguez.
Tanto Benedetti como Sarabia han estado envueltos en escándalos por presunto abuso de poder y corrupción. Ambos tienen procesos formales en la Fiscalía General de la Nación y en la Procuraduría. Los funcionarios han declarado públicamente y en los estrados judiciales que son inocentes. Y, aunque inicialmente el presidente los apartó de cargos de gobierno para que enfrentaran las investigaciones, posteriormente los volvió a nombrar en altos puestos del Estado.
Efectos políticos

La situación ha sido motivo de debates, críticas y hasta memes en redes sociales y en los principales medios de comunicación del país. Varios ministros han hablado de la posibilidad de renunciar para dejar al presidente la decisión de su continuidad o no en el gabinete. El ministro del interior, Juan Fernando Cristo, dijo este miércoles en su cuenta en la red social X que es insostenible la continuidad del equipo de ministros tras lo sucedido en la reunión pública del martes. “Propongo a las y los ministros, como lo hice sin suerte hace dos semanas, que renunciemos hoy para dejar en libertad al señor presidente de hacer los cambios que él considere necesarios para asumir los retos de la recta final de gobierno. Es evidente que como jefe de Estado no está satisfecho con los resultados y un sector importante de la opinión nacional tampoco”, afirmó Cristo, quien hasta la tarde de este miércoles permanece en el cargo.
Este miércoles, Petro reiteró varias de sus posturas durante el Consejo de Ministros y dijo que evaluará el desempeño y compromiso de cada uno de ellos. El mandatario aseguró en X que estas sesiones serán televisadas y agregó: “Los que quieran hacer campaña salen, son libres, ya lo había pedido. Los que quieran trabajar el cumplimiento del programa se quedan. Se ajustará el gobierno de acuerdo al nivel de ejecución de cada ministerio. Quiero en lo que queda del tiempo, y tras grandes progresos en algunas materias y poco progreso en otras, un gobierno unido y transparente de cara al pueblo y con el pueblo”.
Este miércoles temprano, Jorge Rojas, director del Departamento istrativo de la Presidencia, renunció de manera irrevocable a su cargo y manifestó a medios locales su desacuerdo con decisiones del presidente de la República. También renunció el ministro de Cultura, Juan David Correa.
Crisis de gobierno
El analista político y escritor Jaime Honorio González dijo a CNN que lo sucedido en el Consejo de Ministros deja una clara división en el interior del gobierno. “Como ejercicio democrático es bueno saber qué pasa en las decisiones de un gobierno.
Aunque es peligroso que todos los Consejos de Ministros sean públicos, especialmente en los que se tratan temas de seguridad nacional. Pero lo que deja claro este episodio es lo que muchos ya sabíamos: y es que este es un gobierno profundamente dividido, con múltiples intereses personales y políticos, y sin un norte y un rumbo claro. Y eso es muy preocupante”, dijo.
Las repercusiones para la maniobrabilidad política de Petro pueden ser severas para la recta final de su gobierno, que acaba el 7 de agosto de 2026, según el analista político Pedro Viveros. “Se lo digo de esta manera: si Colombia fuera un régimen parlamentario, anoche el gobierno habría llegado a su fin. Y lo que procedería serían nuevas elecciones para elegir un nuevo gobierno. Pero aquí no ocurre eso porque estamos en un régimen presidencial con tiempo fijo y tendremos un gobierno débil, confuso, inestable hasta que concluya el mandato de Petro”, dijo a CNN.
En otros sectores políticos también ha habido reacciones a lo ocurrido dentro del Consejo de Ministros. “Terrible espectáculo del gobierno. Muestra que sobre el bienestar de Colombia priman sus rencillas y sus aspiraciones personales.
Lamentable”, manifestó en su cuenta en X la senadora Paloma Valencia, del partido de oposición Centro Democrático.
Mientras que la directora de Industria y Comercio, Cielo Rusinque, dijo en la misma red social: “Lo más importante es, sin duda, el que vemos, sin las distorsiones habituales de las narrativas deshonestas, a un Presidente que orienta y zanja los debates con la lucidez y la fuerza de carácter de un estadista. Quedan así, sin fundamento, los rumores, las especulaciones y tergiversaciones que los medios han querido crear, pretendiendo que el gobierno es dirigido por manos oscuras, que tiran hilos invisibles”.
Las tensiones y el malestar en el interior del gobierno han sido más evidentes desde la crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos que estalló el pasado 26 de enero, cuando el presidente se opuso a la llegada al país de dos aviones con deportados que, según el mandatario, venían esposados y con cadenas. Varios funcionarios, según comentó en ese entonces a CNN una fuente del gobierno con conocimiento sobre la situación, no estuvieron de acuerdo con el manejo que Petro dio a ese episodio que, al final, fue conjurado tras horas de intensas negociaciones con el gobierno del presidente Donald Trump.
CNN ó a la Presidencia de Colombia para pedir comentarios sobre esos desacuerdos y está en espera de respuesta.